35. Y aconteció que la misma noche salió el ángel del SEÑOR, e hirió en el campamento de los Asirios ciento ochenta y cinco mil hombres; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí los cuerpos de los muertos.
36. Entonces Senaquerib, rey de Asiria se partió, y se fue de allí y se estuvo en Nínive.
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